Breaking Bass Ensemble

Èlia Casanova & Quiteria Muñoz, sopranos

Las Lecciones de tinieblas para el Miércoles Santo fueron escritas por François Couperin para la liturgia de la Semana Santa de 1714 en la abadía de Longchamp. Retoma el texto de las lamentaciones de Jeremías, procedente del Antiguo Testamento, donde el profeta lamenta la destrucción de Jerusalén por parte de los babilonios. En la tradición católica simbolizan la soledad de Cristo abandonado por sus apóstoles.

Estas lamentaciones han sido musicalizadas por diferentes compositores como Marc-Antoine Charpentier en Francia, Thomas Tallis en Inglaterra, Carlo Gesualdo en Italia o Tomás Luis de Victoria en España.

Les Leçons des ténèbres de François Couperin son tres y fueron escritas para las monjas del convento de Longchamp, entonces conocidas como músicos de gran talento. El compositor habría compuesto, al menos parcialmente, otras seis: tres para el Jueves Santo y tres para el Viernes Santo, aunque estas últimas seis nunca se publicaron y lamentablemente no se han conservado.

En cuanto a las del Miércoles Santo, las dos primeras lecciones son a una sola voz, mientras que la tercera, escrita para dos voces altas, es considerada por los musicólogos como una de las cumbres del arte vocal del período barroco. En este último, las dos voces se mezclan en suntuosas vocalizaciones, apoyaturas, ornamentos y disonancias, permaneciendo en una atmósfera de contemplación.

Cada verso latino está precedido por la letra hebrea que lo inicia en el texto hebreo (melisma).