El Centro Arrupe celebra el Día de la Red Ignaciana con una gran afluencia de público y actividades para toda la familia
- La visita guiada a la Iglesia para conocer de in situ la situación del Proyecto de Restauración suscita gran interés entre los asistentes que participan activamente en el recorrido de la mano de Xavier Laumain, arquitecto de la obra.
- Los niños los grandes protagonistas de las actividades lúdicas disfrutan de una tarde cargada de juegos, fraternidad y armonía.
- La Expo Ignaciana da a conocer todos los Proyectos que están en marcha en la actualidad y proyecta vídeos para conocer más de cerca cada uno de los Proyectos.
El Día de la Red Ignaciana ha convertido este sábado el Centro Arrupe en una auténtica fiesta de hermandad, confraternidad, ilusión y alegría.
Las puertas del Centro Arrupe se abrieron a las 17.00h con la Expo Ignaciana que congregó todas las iniciativas que se llevan a cabo en el Centro para darlas a conocer e informar de la gran labor que tiene cada uno de los Proyectos que con tanto esfuerzo y dedicación los voluntarios sacan adelante.
Los Proyectos que en la actualidad se encuentran en marcha son:
- Programa SEPAS
- Red+ Familiar
- Red Solidaria
- Entreculturas
- Escuelas San José
- Centro de Escucha
- MAGIS
- SJM Servicio Jesuita a Migrantes
- Fundación Pedro Arrupe
- Proyecto de Restauración de la Iglesia
A la vez, y al aire libre, se inauguró la zona de juegos infantiles que se llenó de los pequeños de la casa quienes que pudieron saltar en los hinchables, pintarse la cara y disfrutar de un sinfín de actividades para toda la familia.
También en la zona exterior el grupo Servicio Jesuita a Migrantes montó una jaima donde se dio a conocer su labor. Y junto a ella un stand de venta de productos donde la recaudación iba íntegramente destinada al Proyecto de Restauración de la Iglesia.
Pasadas las 17.30h en el salón de actos se proyectó un vídeo sobre la Restauración de la Iglesia y a continuación un gran número de asistentes disfrutaron de una visita guiada por la misma de la mano del arquitecto encargado del Proyecto, Xavier Laumain quien, in situ, explicó a los asistentes las principales patologías del edificio. “Hemos intentado hacer ver en vivo y en directo los deterioros que ha producido la principal afección del edificio: la humedad, que ha deteriorado no sólo los elementos decorativos, que se ven a simple vista, sino los elementos estructurales del edificio como son las cubiertas, los forjados y los colaterales, entre otros”, ha indicado el arquitecto.
Los participantes han podido entender desde dentro las Fases que se van a acometer para subsanar este deterioro y devolver a la iglesia su esplendor que según comentaban los asistentes “Jamás se ha perdido para nosotros, los que hemos estudiado aquí. El paso del tiempo no daña los recuerdos sólo deteriora los materiales”.
Una de las preguntas más coreadas por los visitantes era el tiempo de ejecución del Proyecto que se calcula únicamente dependiendo de la consecución del total del coste económico de la obra que ronda los 2 millones de euros. “Las fases están establecidas para ser independientes y autónomas, cada una tiene su tiempo estimado de ejecución y costes, las obras se realizan atendiendo a la Fase y no repercuten directamente las unas con las otras, aunque evidentemente la primera fase se centra en solucionar el problema de la humedad para poder restaurar el resto de elementos sin que la problemática se repita en el tiempo”, ha afirmado Xavier Laumain.
Durante la visita y a lo largo de toda la jornada vespertina, se repartieron numerosos folletos que explican el Proyecto y a su vez invitan a la colaboración. “Ojala se consiga pronto el dinero para terminar con la Restauración y que la iglesia luzca tan bien como antes”, murmuraban los asistentes a la visita.
Coincidiendo con la Festividad de Pentecostés, se celebró en la misma iglesia una eucaristía que congregó a numerosas familias que al terminar disfrutaron de una cena de hermandad, cargada de buenos momentos y ricos dulces de la primera edición del Concurso de Postres, todo ello amenizado por una agradable música.
En definitiva “hemos querido acercar personas, comunidades y obras para disfrutar de la convivencia, la diversidad de realidades y fortalecer vínculos entorno a la Red Ignaciana que cada día crece más gracias a la labor de aquellos que la componen a través de los distintos programas que tenemos”, ha concluido Ignacio Dinnbier.